Según esta historia mexicana, se dice que la visión del mundo mágico de los mexicanos está lleno de grandes lugares. Es donde el calor les permite la germinación de la materia prima que le dará
Es decir, la naturaleza abrumadora. Es el lugar del «aquí» y «ahora». Tlaltipac es cuadrada, que rodea el ateotl que significa «Agua divina», cuyos bancos se elevan hasta el cielo en cuatro direcciones sagradas. En su esquina encierran el soporte central “el reino” el cual es exclusivo de Xipe Totec “el desollado” y Tláloc “el dios de la lluvia divina”, mientras que al este con fertilidad masculina, esta simbolizado
El West, gobernado por Quetzalcoatl el cual significa: “sede de la Estrella de la Tarde”. En el Sur es donde reina el buen dios “Huitzilopochtli” que significa “llena de vida” el cual es simbolizado por tochtli “el conejo sagrado”. El Patrimonio Norte de negro “Tezcatlipoca” que significa “la muerte y el cuchillo de pedernal”. Por otro lado, en el centro se encuentra la “Xiuhtecuhtli” que significa “el Señor del Fuego”. En el lugar donde el cielo y la tierra, el espacio cósmico, los vientos y las aguas azules, y así el mundo superior e inferior se unen.
• Cinteopan que significa “desde el lugar deificado” el cual es el paraíso de los niños pequeños que murieron.
• Cinteopan donde la bella diosa de sustento era la de Lares Cinteotl, divinidad de la agricultura.
• Cincalco el cual permite el acceso al mundo terrenal a través de una cueva situada en las laderas de Chapultepec.