Mi nombre es Willy y lo que tengo que contarles no es nada fácil, una noche cuando conducía por la carretera de Oaxaca,
A un costado de la carretera empecé a observar unos seres vestidos de blanco con las cabezas agachadas, iban en fila, como yendo a un lugar, pero solo se desaparecían en la llanura, sus pies no tocaban el suelo, sino que estaban suspendidos unos milímetros del piso. Estaba tan asustado que no tuve más que pisar el acelerador y alejarme lo más rápido posible del lugar…