Daniel y el rey Darío. Darío era el reino de Babilonia. El escogió a veinte personas entre su reino
Los otros líderes estaban celosos y pensaron que si Daniel cometía una falla podría ocasionar problemas con el Rey. Es así que hicieron diversas cosas para meter a Daniel en un lío pero no lo lograron porque Daniel siempre fue leal al Rey.
Los líderes celosos sabían que por nada en el Mundo Daniel dejaría de adorar al Dios de Israel, es así que ellos tuvieron un plan creando una nueva ley para que lo firmara el rey. Aquella ley decía que todos deberían de adorar solo al Rey Darío y quien desobedeciera sería llevado al foso de los leones.
El rey sin leer lo que decía la ley la firmó. Daniel no sabía de aquella ley por lo que hizo lo de todos los días y comenzó a orar a Dios, los líderes se dieron cuenta por lo que fueron a avisarle a los guardias para que lo llevaran al foso ya que Daniel había desobedecido la ley.
El Rey no pudo hacer nada para salvarlo, por lo que antes de que lo llevarán al foso dijo: “Tu Dios, a quien sirves ¡Él te librará!”, y fue así porque al día siguiente el Rey fue al foso y se encontró que Daniel estaba vivo. Mando sacarlo y luego mandó a los guardias a tirar al foso a todos aquellos quienes habían hecho firmar la ley mala.