Desde hace muchos años el hombre ha hecho de su instinto de conservación, una manera de defenderse contra las lesiones corporales. Así nació la industria en la cual se refleja la seguridad de un esfuerzo individual.
Sin embargo, si el nacimiento de la fuerza industrial y seguridad industrial no fueran simultáneas, esto podría llevar a la degradación de las condiciones de trabajo y la vida detestable. Es decir que en el año 1871 el cincuenta por ciento de los trabajadores murieron antes de los veinte años debido a los múltiples accidentes y a las malas condiciones del trabajo.
En el año 1833 se realizaron las primeras inspecciones gubernamentales hasta que se comprobaron 1.850 mejoras las cuales trajo como resultado las recomendaciones formuladas tales como la legislación acortado al día el cual establezca una edad mínima para los niños trabajadores y hacer algunas mejoras en las condiciones de seguridad.
Todo este trabajo llevó a legislar estas mejoras ya que los legisladores no dieron el valor que se merecen las vidas humanas. Sin embargo, los legisladores tomaron demasiado tiempo para legislar la propuesta por el bien común de los trabajadores, como los conceptos de valor humano y el esfuerzo de trabajo de capitalización el cual no tenía sentido en contra de los empleadores de beneficios indiscriminados. Sin embargo, si se suma a su favor la falta de las pérdidas económicas, esto podría significar para ellos el segundo lugar de las falta de ciertas técnicas y avances que estaban en desarrollo, lo que habría evitado muchos accidentes y enfermedades.