Sadrac, Mesac y Abednego. El Rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro de pies a cabeza porque en un
Todos acataron la orden menos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abednego, quienes eran hebreos. Los sirvientes fueron a avisar al Rey, el rey no quería castigarlo pero ya había estipulado que serían castigados. Los tres hombres sabían que era en contra de Dios adorar a una estatua y se quedaron parados y dijeron “Nuestro Dios a quien servimos continuamente nos librará del horno. Pero si no, tampoco vamos a servir a tu estatua”.
El Rey Nabucodonosor, se enfadó ante la respuesta y mando a calentar el horno, luego ataron a los tres hombres y los tiraron al fuego. El Rey vio a 4 hombres por lo que quedo asombrado porque el cuarto era el hijo de Dios y ninguno estaba lastimado.
Después los tres hombres salieron del horno, sin ningún rasguño ni olor a fuego. Es así que el Rey recapacitó y oró a Dios.