Este era un valle sombrío en el que nadie entraba, porque contaban que si alguien entraba a ese lugar ya nunca regresaría,
pero eso no era atemorizaba a Marcos, un joven muy valiente que decidió entrar a ese lugar. Camino por varias horas hasta que logro ver un pueblo abandonado, debido a que años anteriores un incendio lo había destruido, terminando con la vida de cada uno de sus habitantes. Marcos entro al pueblo y a cada una de las casas buscando objetos de valor que probarán que había estado ahí, en una de las habitaciones sintió un aire muy helado, repentinamente se desmayó. Cuando logro abrir los ojos se dio cuenta que estaba rodeado de un montón de espíritus que reían, dándole la bienvenida a su nuevo vecino.