Los espíritus del bosque encantado. Alberto y Gustavo eran dos muchachos que les
Después en su casa observaron las fotos detalladamente y habían unas pequeñas manchas blanquecinas que no se podían distinguir que eran, vieron las fotos tomadas con la otra cámara y el mismo problema, al llegar a una de ellas pudieron definir perfectamente la figura de un hombre que llevaba un cuchillo en la mano y se acercaba detrás de Gustavo para colocárselo en el cuello. Desde ese día jamás volvieron acampar en el bosque…