Excelentes cuentos para dormir, para todos los niños que estan pronto a dormir.
Daniel y las palabras mágicas. Un niño muy educado y mágico recibió un regalo por parte de su abuelo, él le dio este regalo porque sabía que era el indicado para un mago de las palabras. Se trata de una caja que dentro tiene palabras y entonces Daniel se tiene que encargar de unirlas para formar frases de magia y así poner felices a las personas. Es un juego muy entretenido que todos podríamos llegar a realizar en casa, pero Daniel lo hace dentro de su habitación y tuvo la genial idea de hacerles sorpresas a las personas que tiene alrededor para que ellos se sientan muy bien.
Con las palabras: Te quiero, gracias, te amo, ¿Me ayudas?, perdón, hasta luego, buenos días y algunas más. Daniel consiguió que sus seres queridos se pongan muy contentos porque les deja mensajes por todos lados, también realiza este juego cuando lo visitan sus amigos. La madre de Daniel recibió durante la mañana el mensaje de su hijo que decía en la ventana junto a su cama “Te quiero mamá”, luego se apuró rápidamente para ir a la cochera en donde está el coche de su padre y en la parte trasera le puso “Buenos días papá” escrito en su color preferido.
No se imaginan la alegría de su familia y de todas las personas que recibieron los mensajes mágicos de Daniel. No difícil convertirse en magos con las palabras, solamente tienen que aprender a combinar las mejores para armar frases que las personas cuando las lean se sientan muy bien.
Carrera de zapatillas.
Se encontraron en el bosque los animales para comenzar con una competencia que año tras año se discute. Se trata de la carrera de zapatillas, ahí es donde todos exhiben el mejor par de zapatillas que tienen guardado y así es como salen a correr, nadie puede estar descalzo para competir y no importa ni el tamaño de los animales, ni su peso, ni su aspecto. Sin embargo, a la jirafa presumida le importa mucho le aspecto de los demás, pero no se pone a fijar en sus defectos, por ello es que al llegar comenzó a hacer sentir mal a todos porque se reía de ellos, nadie la acompañaba en la risa, pero ella no paraba de decir que uno era feo, otro gordo, otro lento y demás cosas que le daban gracia.
Antes de que comience la carrera se les dio tiempo a todos los animales del bosque para ponerse sus hermosas zapatillas que habían llevado para la ocasión, todas tenían algo muy bello, si no era un moñito, entonces eran lunares, colores, líneas, cordones originales y no había par de zapatos que no sea agradable. Por otro lado, la jirafa no podía de ninguna manera ponerse las zapatillas, nunca había competido antes en la carrera y no pensó que tendría este problema, pero se desesperó cuando vio que no había manera de hacerlo.
La jirafa pidió ayuda, pero nadie la ayudó, la jirafa comenzó a gritar por ayuda y entonces es cuando el zorro se acercó a ella y le dijo que ningún animal la querría ayudar luego de todas las burlas que ella siempre les hace. Sin embargo, si todos fueran amigos, entonces podrían ayudarse siempre que sea necesario. La jirafa les pidió perdón a todos y era sincera porque hasta lágrimas le cayeron. De inmediato las hormigas ataron sus cordones y la carrera comenzó. Terminada toda la competencia, sin importar quién fue el ganador, fueron todos felices a un gran banquete en donde comieron como si hubieran sido amigos de toda la vida.
El caballo y el asno.
Los animales tienen que ser amigos entre sí, es la mejor manera de llevar adelante la vida tan dura que les toca vivir en algunos momentos, más todavía aquellos como los asnos que están destinados a cargar con todas las pertenencias de sus dueños que andan días enteros por el desierto y lo único que llevan es un asno para que les lleve las cosas. Ellos sufren y necesitan muchas cosas, además de que no les gusta ser sometidos de esta forma. Un hombre iba a la ciudad con un asno y un caballo, pero la carga era muy pesada y toda estaba encima del asno, ya que el caballo tenía otras funciones.
El hombre le dejó la carga al asno, pero este no podía más, ya había pasado tiempo desde que le había empezado a doler todo el cuerpo y ahora sí que se sentía muy cansado en verdad. Habló el asno con el caballo para pedirle ayuda y se la pidió de varias maneras, por último le dijo que si valoraba aunque sea un poco su vida, entonces lo ayudaría con esta pesada carga y así es como continuó el viaje con un caballo que no hacía más que hacer de cuenta que no oía nada para no tener que llevar nada de peso.
Al poco tiempo del camino, el asno perdió la vida cayéndose al piso con toda su carga encima, no hubo forma de ayudar al animalito cuando era demasiado tarde, pero ahora todo había cambiado porque el hombre puso toda la carga encima del caballo y él tuvo que llevarla solo durante todo el camino, antes solamente tenían que repartir un poco la carga, ahora todo estaría sobre el caballo y como si esto fuera poco, el hombre también añadió a su peso la piel del asno que acababa de perder la vida. Por culpa de su soberbia cuando el prójimo necesitaba ayuda, es que el caballo ahora sufre todo el camino con el peso que antes no quiso compartir.
El gran Oso pardo que nunca se enfadaba.
En un jardín muy hermoso y floreado, colorido y cálido vivía un bello Oso grande y marrón con un gran corazón. Era tan bueno este Oso que todos decían en el lugar que no había nada que lo hiciera enojar.
Este lindo oso se levanta cada mañana con mucha alegría y cantando salía a buscar su miel. Al llegar de nuevo a su casa –que era muy linda y cómoda en el tronco más grande de todo el huerto- el oso se ponía a limpiar porque a él le encantaba el orden y le gustaba que todo estuviese siempre en su lugar.
La casa del gran oso que nunca se enojaba estaba siempre brillante. Era un lugar limpio y muy ordenado donde siempre se respiraba mucha paz. El Oso se dedicaba a cuidar su casa cada día y pasaba muchas horas poniendo todo en su lugar.
Por eso los animales del jardín amaban la casa del oso y durante las tardes muchos lo visitaban, en especial mamá coneja. El Oso como nunca se enojaba los recibía a todos en su casa y muy feliz les atendía mientras lo visitaban.
Mamá coneja solía ir muy a menudo a casa del buen Oso. Al llegar allí se ponía a llorar y le contaba al Oso que deseaba que su casa algún día pudiese estar tan ordenada, pero que esto no era posible ya que sus ocho cachorros conejos eran muy traviesos y desordenados y nunca hacían caso. El Oso la escuchaba y la aconsejaba.
Un día mamá coneja tuvo una corazonada negativa y llamó a todos sus hijos. Al tenerlos reunidos les dijo: – si alguna vez me llegase a pasar algo y no puedo estar con ustedes, váyanse todos a la gran casa del Oso que nunca se enfada y él los ayudará-
Pasado mucho tiempo mamá coneja se perdió y los conejitos debieron irse a donde el oso, que los recibió gustoso. A pesar de muchas travesuras, cada día por la noche el Oso limpiaba el desastre que hacían los conejos los bañaba, alimentaba y dormía.
Una noche el Oso desapareció y nunca más volvió. Al verse solos, y ver que pasaban las horas, los conejitos se pusieron a llorar y el mayor pensó y les dijo: ¡tomen sus abrigos saldremos por él!
Luego de una a larga caminata vieron que el Oso estaba enredado en una trampa muy débil y con mucho tiempo sin comer. De inmediato los conejitos se pusieron en marcha y jalaron todos a la vez. Hicieron tanta fuerza que lograron sacar al Oso que nunca se enfadaba y prometieron no portarse mal nunca más.