En un pueblo muy lejano vivía un sastrecillo el cual siempre silbaba cada vez que trabajaba, entonces aquel anciano tenía muchos clientes de los cuales confiaban en el por su maravillosos servicio que él les ofrecía.
Cada mañana se levantaba muy temprano para realizar sus trabajos diarios los Cuale eran el coser las prendas de las personas que les dejaban su ropas dañadas de las cuales él les daba un precio cómodo para cualquier tipo de bolsillo. Cierto día al sastrecillo le habían encomendado una labor la cual consistáis en reparar el terno y el saco de un señor muy importante en la política el cual era nada más ni nada menos de que el mismísimo presidente del país, entonces el sastrecillo tomo como prioridad aquel terno con saco para poder terminarlo lo antes posible. Entonces mientras el sastrecillo continuaba con su trabajo una banda de ladrones apareció en su puerta de su tienda y la cerraron para que nadie vea lo que iba a ocurrir. Los ladrones se llevaron su dinero y también se llevaron aquel saco elegante y costoso, el cual estaba a punto de terminarlo. El sastrecillo fue amenazado y entonces este no pudo hacer nada para evitar que se lleven el saco del presidente.
El sastrecillo muy penoso por lo que había pasado, se dirige a la casa del presidente y cuando lo encuentra este le explica lo que había ocurrido y es en ese momento que el presidente le ordena a sus guardias a que encuentren a eso ladrones, pero el sastrecillo se ofreció a buscarlos también. Después de un tiempo los encontraron y el sastrecillo los confrontó a los tres y uso sus técnicas de coser y los unió desde sus trajes. Y fue ahí cuando aprovecho para quitarles lo robado.
