En un pueblo muy lejano llamado Hondanada Vivian las hadas de todo el mundo en el cual cada una jugaba con un papel muy importante el cual consistía principalmente en cuidar de la naturaleza.

A Tinkerbell le gustaba mucho el reparar las cosas que se malograban y casi siempre ella está en cualquier parte del pueblo reparando todo artefacto a cosa que este en su camino.
Cierto día mientras Tinkerbell estaba paseando por el campo ve a una niña humana de la cual ella se oculta, de pronto a la niña sele rompe su lápiz y Tinkerbell al verlo no podía aguantara las ganas de ir y de reparar aquel lápiz que se había roto.
La niña muy asombrada por lo que estaba viendo frente a sus ojos y por lo que había sucedido decide llamarla y seguirla. Tinkerbell estaba asustada pero a la ve preocupada porque el lápiz no se había reparado lo suficiente y que sería muy probable que se vuelva a romper.
La niña logra alcanzarla pero no la atrapa, entonces Tinkerbell se queda en un mismo lugar y la niña le cuenta que a su padre no le gusta que ella dibuje, y por eso siempre sale al campo a tener mucha privacidad y concentración en sus dibujos.
Tinkerbell ánima a que le cuente a su padre lo que realmente quiere hacer contándole acerca de los sueños y metas que todos tenemos, entonces la niña al escuchar los consejos del hada le cuenta todo a su padre y desde entonces pudo dibujar libremente.