Un Halloween sin dientes. Hoy les contare un cuento de Halloween la cual es un de las más solicitadas y leídas por muchas
En cierto momento Santiago decide morder un dulce grande el cual decoraba los demás dulces de mesa, pero por fortuna de él, aquel dulce era muy duro y no podía morderlo con suavidad, pero esto no lo detuvo, ese dulce era tan grande como el tamaño del brazo de un niño.
Santiago pidió a que sus amigos le ayuden a morder aquel dulce, y entre tres niños empezaron a morder lo más que pudieron cuando de pronto suena un sonidito que más o menos decía “CRAAk” todos los niños no sabían de qué se trataba hasta que uno de ellos grito y alarmó a todos diciendo que se le habían caído sus dientes, entonces los demás niños también se dieron cuenta de que aquel sonido que oyeron era que sus dientes se habían roto.
Santiago no sintió dolor y siguió mordiendo pero sus dientes también se rompieron sin siquiera haber rajado el dulce, entonces muy desesperado decidió romperlo con una cucara pero tampoco resulto, todos los niños estaba desdentados y sin la oportunidad de volver a comer otro dulce porque sus encías le dolían mucho. Desde entonces aquellos niños jamás volvieron a asistieron a fiestas de Halloween ni mucho menos podían salir a la calles a pedir dulces.