Cuento de pedro y el lobo

Este es el cuento de pedro y el lobo, un niño pastor de ovejas que siempre se pasaba todas las horas del día cuidando a sus ovejas. Pedro no tenía muchas cosas que hacer sino cuidar a sus ovejas. Cuento de pedro y el lobo

El pueblo era muy pequeño peor era muy unido, si alguien tenía algún problema todos los aldeanos trataban de ayudar y hacer algo para que la otra personas resuelva su problema y si había algún ladrón ellos lo tomaban entre todos y los expulsaban del pueblo. Pedro había perdido a sus padres desde muy chico pero a cambio ellos le habían dejado esas ovejas y por esa razón siempre se las paso cuidándolas. Pedro como siempre se la pasaba recostado, desde muy niño mientras los demás jugaban, el pasaba su tiempo con sus ovejas por esa razón jama conocio la diversión hasta que cierto día mientras pedro vigilaba a sus ovejas dio una sombra siniestra detrás de sus rebaño y muy asustado pensó que era el lobo que veía a comerse a sus ovejas, entonces pedro da un fuerte grito y dice:

– Ayuda, el lobo, el lobo está aquí.

Las personas del pueblo salieron con sus armas para defender al rebaño del pueblo pero cuando llegaron al lugar solo vieron la sombra de una de las ramas torcidas de un viejo árbol, entonces los aldeanos se van y pedro descubrió una manera de divertirse. Al rato pedro grita:

– ¡Ay! El lobo viene, auxilio.

Los aldeanos salen pero no ven al lobo y pedro se comienza a reír por la broma, y los aldeanos se metieron a sus casas molestos con pedro. Pedro no paraba de reír hasta que apareció un verdadero lobo y se llevó a todo su rebaño y por más que pedro gritaba por ayuda nadie apareció.